Incluso dormido Gutierrez no deja de pensar en su musa.
Vecinos que entraron por su casa de noche a robar una tacita de azúcar afirman haberlo escuchado murmurar poesías y poemas de amor en su honor, otros sostienen que el merito no es tal, ya que dormido es apenas levemente diferente a cuando despierto en cuanto a su actividad física y mental.
Dejando siempre un pequeño porcentaje de su corazón sin entregar, producto de miles y millones de heridas sufridas por desengaños amorosos, Gutierrez le proclama su amor con versos inconclusos y un poco tímidos:
y llegar a la luna y regalártela y esas cosas.....
y ir hasta el cielo y escribir tu nombre y esas cosas....
y escribir tu nombre en las alas de una mariposa y que vuele libre y esas cosas...
y decirte mi vida por que ocupas todos mis pensamientos y esas cosas....
y que seas mi sol por que haces brillar mis ojos y esas cosas....
Pero nada de eso detiene a nuestro héroe ni mucho menos, ya que esta vez sabe que el amor es verdadero.
Esta vez a visto el romance en sus ojos
La dulzura en sus labios
la ternura en sus caricias
El paraguas cerca de la puerta
La mayonesa casera en un tupper bien cerrado en la heladera
El perro en la veterinaria para su baño semanal
Y a su prometido llegando del trabajo. Por eso decidió alejarse un poco de la ventana por la cual espiaba.
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