La leyó y volvió a leer mil y una veces
Y le contesto:
"Confieso un tanto avergonzado que al ver la foto que me envío, no pude resistir la tentación de besarla o bien, de besarte"
Ella se sonrojo, se ruborizo, su temperatura aumento unos tres o cuatro grados, se mareo un poquitin, se rió por dentro (y por fuera también), sintió ganas de escuchar música y bailar.
Pero Gutierrez considero que un beso fue un tanto precipitado y atrevido.
Así que como todo caballero, él invito a la foto de la chica del balcón a tomar un helado y a pasear por el parque.
Luego al cine y al terminar fueron a cenar a ese lugar de las tartas vegetarianas que una vez le comento.
Mas tarde fueron a su casa y tomaron un tè de mandarina.
Para no irse jamas.