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29.11.10

check the head & adjust the thinking


Aaaaaaaaaaaaaaaaahi paso Gutierrez en su monopatin.

Tan despreocupado por todo y todos que me genera una sana envidia.

Incluso por las posesiones materiales, inmateriales y demás.


Algunos cambian su vestimenta según la estación del año, ya sea invierno, otoño o verano. Gutierrez decidió simplificar todo esto, o bien profundizar esto, y cambio su modo de ser y sus estados de animo.


Lo he visto en Otoños oscuros llorando por los rincones, apesadumbrado por los amores que no fueron, los que no serán y los que siendo... sabe que van a terminar. Con su ropaje abrigado, en tonos beige, que se confunde con las hojas y solo bebe Té de canela apoyando su frente en la ventana dejando caer una que otra lágrima, alternando una por ojo, para que sus lagrimales no se cansen en vano.


Y así en la colorida primavera se lo puede ver corriendo libre por las plazas, retozando en el prado, polinizando las flores, cantando al unisono con los colibries y enamorándose de cuanta mujer se cruce por su vista. Casi no toca el piso al caminar, uno lo ve rebotando en sus puntitas de pie ligero como un conejo en celo...peligrosamente como un conejo en celo.


Pero al llegar el invierno su barba crece casi hasta su cintura, se transforma en el "Abominable hombre de las nieves", camina pesadamente, se mueve y huele como tal, su casa luce como una cueva, casi nadie lo ve durante esos meses, solo el chico del delivery de las pizas y la vecina de origen asiático que ocasionalmente le hace manicura.



Y como por acto de magia, al llegar el verano su cuerpo se broncea, sus músculos se tonifican, su cerebro se cocina al sol, su corazón se esconde atrás de sus excitadas hormonas, sus horas de sueño semi desaparecen, su alimentación es a base de líquidos (lo he visto emborracharse con cerveza sin alcohol), su risa es más fuerte, casi casi casi como una propaganda de gaseosa cola.


Pero no nos engañemos, son todas corazas o camuflajes del mismo Gutierrez.

17.11.10

I know where the cellphones don’t work - bliss


AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH Gutierrez.
Ahi va el hombre que me confeso que solo había hecho el amor dos veces y media.

Veloz y determinado recorre el mundo en su precario monopatin, aunque a veces le gustaría que tenga puertas y ventanas, tan solo para bajarlas y asomarse como hacen los perros, babeando con la lengua afuera.

Todo el tiempo me manda unas hermosas cartas contándome que al parecer ya olvido si el motivo de su viaje era huir de un pasado amoroso dramático y tormentoso, o bien, alcanzar un futuro brillante y soleado, incluso me pone "jajaja" al darse cuenta que parece un pronosticador meteorológico al describir lo que lo impulso a viajar y que tal vez podría haber usado algún termino culinario ya que es un gran aficionado a la cocina, como por ejemplo:
-"huir de un pasado amoroso totalmente insípido, insulso, desaborido, o bien, alcanzar un futuro apetitoso, exquisito, dulce, suculento, delicioso, gustoso, rico, con un toque de jengibre y romero..."
Luego me cuenta que todo esto le dio hambre.

En resumen, me cuenta que su idea es llegar a una especie de Ecuador o linea divisiva entre su pasado y su futuro... sin darse cuenta quizás que eso se llama "Presente" y de alguna manera esta a su entera disposición.

Sin embargo, prefirió no pensarlo mucho (como si eso fuera una novedad), se subió a su monopatin y partió raudamente hacia lugares desconocidos, al menos para él.

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