La obra, acto namber nain, namber nain, namber nain:
Me di cuenta que ya pasaron 62 años desde que comencé a escribir mi obra y aun no logro nada concreto.
En parte por mi divergencia mental (que me llevo a visitar varios planetas, sin necesidad de tomarme vacaciones) y en parte por el desinterés que mostraron los protagonistas en la trama de la obra.
Tan rutinaria, tan sosa, tan cotidiana, sin sobresaltos ni sorpresas ni visitas inesperadas de parientes lejanos... y confieso que la escribí así a propósito, como deseo que fuera mi vida a veces, un eterno domingo de tibio sol que entra por la ventana.
Pero no quiero eso para mis personajes de la obra, para ellos prometo mil emociones y romances, problemas y soluciones, llantos y risas, días soleados y nublados, amaneceres y crepúsculos, también Belle & Sebastian... pero en menor medida.
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