cutting the dark with headlights

Parado en la sección del almacén de ramos generales que vende la pintura, Gutierrez observa cuidadosamente un amplio mural en el cual se exhiben mas de 1500 tonalidades de colores con nombres tan vistosos como excentricos:

* Pan sin sal de la Toscana
* Pepino del sudeste (real)
* Luke, i`m your father
* Poeta disléxico
* Aroma a impresora láser
* Su celular no tiene crédito...

Mira, observa, contempla, vigila, reflexiona por casi más de tres horas con su mano derecha en su mentón, y su mano izquierda en la cadera de una joven desconocida que le pide por favor que no se tome atribuciones que no le corresponden.

Numerosas veces los vendedores intentan acercarsele y Gutierrez sin siquiera mirarlos, ni prestarles atención los hace desistir de sus intenciones.

Hasta que por fin uno de ellos logra entablar conversión con Gutierrez:
-Buenas tardes señor, lo estuve mirando las ultimas tres horas en total y absoluto silencio, ahora permitame ayudarlo, acaso usted necesita pintar una cocina?, un comedor?, el cuarto de los niños? (en caso de tener una pareja), un garaje?, un cerco exterior con vista al mar?, un piso?, un techo?...con gusto lo ayudo en su decisión.

Gutierrez sin sacar la vista del amplio mural en el cual se exhiben mas de 1500 tonalidades de colores con nombres tan vistosos como excentricos le contesta:

-En realidad no tengo nada que pintar, es solo que estoy pensando seriamente en comenzar a tomar grandes decisiones..pero quiero ir de a poco y por más que lo intento no puedo siquiera tomar una decisión tan pequeña como el de elegir un color...