
Luego de trescientos años el autor supera su timidez y decide dar la cara (la única que tiene…lamentablemente)
Mientras tanto Gutierrez junta coraje durante varios días, sabiendo que una decisión así no debe tomarse a la ligera ni mucho menos.
Entonces camina rumbo a la casa de su amada, se para frente a su puerta, infla los pulmones como nunca en su vida…y cuando se siente verdaderamente mareado toca el timbre y espera que ella se asome a su balcón.
-Que pasa?! – Pregunta ella dulcemente.
-Que si puedo hacer una pregunta…- Pregunta Gutierrez visiblemente mareado.
-Bueno, pero rápido que me pierdo la novela.- Dice ella…intrigada.
Entonces Gutierrez arranca:
-Quisiera usted…casarsetenerhijosacostarseylevantarseconmigoreirsedisfrutarpasearcenarcorrer
Entonces camina rumbo a la casa de su amada, se para frente a su puerta, infla los pulmones como nunca en su vida…y cuando se siente verdaderamente mareado toca el timbre y espera que ella se asome a su balcón.
-Que pasa?! – Pregunta ella dulcemente.
-Que si puedo hacer una pregunta…- Pregunta Gutierrez visiblemente mareado.
-Bueno, pero rápido que me pierdo la novela.- Dice ella…intrigada.
Entonces Gutierrez arranca:
-Quisiera usted…casarsetenerhijosacostarseylevantarseconmigoreirsedisfrutarpasearcenarcorrer
lavarselosdienteselegirperrosjuntospasardomingosmirandoporlaventana
yfiestasbebiendotéconlimon?
A lo que ella contesta:
-Déjeme pensarlo.-
Gutierrez feliz.
A lo que ella contesta:
-Déjeme pensarlo.-
Gutierrez feliz.