
Entonces Gutierrez llamó al tecnico de computadoras para que le configure el mouse, y para su sorpresa cuando abrio la puerta no estaba la tipica persona de rasgos asiaticos y camisa a cuadros y grandes anteojos, sino una bella mujer que bien podria ser promotora o modelo.
Más tarde llamó a un plomero para que le indique de una vez por todas cual canilla es la de agua fria y cual es la de agua caliente, y para su sorpresa cuando abrio la puerta no estaba la tipica persona excedida de peso que cuando se agacha deja ver gran parte de su ropa interior y más allá, sino una persona diminuta de grandes anteojos y rasgos asiaticos y camisa a cuadros.
Luego decidio que era hora de cambiar un poco la decoración de su casa ya que lo barroco estaba un tanto pasado de moda, y para su sorpresa cuando abrio la puerta no estaba la bella y sexy decoradora de interiores, sino un hombre un tanto rustico y excedido de peso que al agacharse dejaba ver gran parte de su ropa interior y más allá también.
Y se dio cuenta que no todos son cliches en la vida.
Los tecnicos de computación no son asiaticos y de lentes.
Las decoradoras de interiores no son todas sexys.
Los plomeros no son todos grandes y de camisas a cuadros.
Y a lo mejor...la chica que vive en planta baja...tampoco se guia por cliches...y Gutierrez tendria suerte...y timidamente se acerco, toco a su puerta y con la taza en la mano le dijo:
-I need sugar.
-I need sugar.
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