Esta es la historia de Anabella Cabrini.
Es una historia musical.
Pero acà no tengo la mùsica.

Anabella busca los rayos de sol.
Y usa vestidos floreados.

Bueno, despuès sigo.




Hola, no puedo hablar muy fuerte ya que estoy encerrado en un placard.

Y debo hacer una confesiòn...ya no puedo ocultarlo màs.
Aprovecho la lluvia, ya que es buena para confesarse.

No todo es lo que parece, mi reclusiòn aqui dentro no fue tan voluntaria.

Si bien tenia pensado recluirme y escapar de todo y de todos hace unos cientos de años, lo que precipito este terrible suceso fue una estratagema Maquiavelica organizada por las dos personas que yo creia que jamàs me iban a traicionar, mis hermanos.

Sangre de mi sangre.
Carne de mi carne.
Las mismas medias y la misma ropa interior, compartiamos todo y sin embargo me clavaron un puñal en la espalda.
Nunca lo vi venir, aunque algunos diran que fue muy obvio.
Seguramente estuve cegado por los lazos que nos unen o no lo quise ver...la negaciòn es una constante en mì.

Juntos me obligaron a vivir aqui dentro.

En realidad estabamos jugando a las escondidas; y jamàs se acordaron de buscarme.
Creo que escucho contar a mi hermano, en cuanto se descuide...