Conocì en Denver a un hombre de 106 años.
Solo y aburrido sin nadie con quien hablar, pasaba sus dias marcando nùmeros de telefonos al azar y tratando de entablar una conversaciòn que derivara en una buena pelea.
Nuestro heroe venido a menos por voluntad propia decide que es tiempo de hacer algo con su vida, encaminarla un poco hacia algo màs positivo.
Y cambia su trabajo de asesino serial por uno de asesino cereal.
Y le sonrie a la gente que pasa por la calle aunque no los conozca.
Y saca turno en el dentista, aunque nunca va.
Y en la heladera hay màs que una jarra con agua, ahora tiene jugo de kiwi.
Y se compra un lavarropas y disfruta de las delicias de la ropa interior limpia y con suavizante.

Y a veces se pregunta que fue de su amiga vaquita de san antonio...cree haberla visto en el gym preparandose para el veranito.
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